las mesas duras duran las sillas permanecen lo cotidiano
la cotidiana dura la rutina cada 100 años aproximadamentetoda la humanidad se renueva plenamente salvo excepciones
honradas: hàbiles ancianos que descartan a la Muerte
se profugan como sagaces criminales perfectos evaden a la Muerte
por el momento no se hacen demasiadas ilusiones saben perfectamente
que todo se trata de un viaje un sueño vagamente ilusorio o
borgiano o kafkiano u orwelliano o hobessiano o en definitiva freudiano
lo logran acaso mediante eficaces dietas o ciertas sutiles estratagemas
ardides que estafan a la Muerte pero todo tiene un final infeliz
pues estos centenarios metafìsicos comienzan a deshacerse lentamente
màs parecidos a cigarras se van achicando suavemente hasta alcanzar
insospechadas alturas microscòpicas y luego se van invisibilizando
en un sentido òptimo hasta alcanzar la perfecciòn de la nada misma
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