Exquisitos cadàveres, automàtica escritura, retòrica surreal, ¿realismo surero?
mariposas fosforescentes que me vuelven loco de dicha o desdicha, el amor o ladestrucciòn, el deseo o la realidad: locos amores de verano o invierno, poetas
melenudos o barbudos, o imberbes incluso, desde un balcòn, desde una rosada casa
o esquina: ochavas sagaces, venablos furiosos, lluvia de estrellas, olas de calor,
zaguanes estrepitosos o silentes, chasquidos o besos, vuelo de moscardòn, imàgenes
de ojos cortados, de relojes mojados y espejos desorbitados, camas giratorias y
hormigas desmesuradas: termitas, Reyes, sacerdotes, Presidentes de la Naciòn, que, de
pronto, caen desprevenidos en una piscina llena de pirañas y grandes cocodrilos: dicha pileta
pronto asume el color rojo, de un pùrpura bellamente sangriento como en las màs
incandescentes pelìculas de terror clase B de la dècada del 50, digamos: esto no es todo o sì
pero este seudo poema pretende adoptar la forma de soneto aunque sin rima y pretencioso
se intitula surrealista y como si eso fuera poco o mucho, què hermosa imagen la de los magistrados cayendo hermosamente en la pileta de màs arriba, dulcemente sangrienta.
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