jueves, 16 de enero de 2025

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 Habìa una vez un cuento que nadie querìa leer ni oir y era tan pero tan malo que estaba triste y compungido: nadie lo querìa y su autor era un anciano choto que se caìa a pedazos, una vez, que se cayò en un pozo ciego como una novia, nadie lo querìa rescatar y se tuvo que rescatar por sus propios medios que no eran muchos sino màs bien muy pocos.

Era malìsimo ese cuento, una verdadera porquerìa, una autèntica basura porque estaba llena de palabras malas y nenes malos y papàs muy malos y muy malas madrastras y muy feas.
Al principio, su madrastra se mostrò muy buena pero de a poco fue mostrando la hilacha, quiero decir, su verdadera naturaleza bestial; y es que era muy mala esta madrastra y trabajaba como maestra de escuela primaria y le escondìa la comida a nuestro hèroe.
De modo qu ecuando el protagonista de esta historia malìsima volvia a su casa de la escuela al mediodìa, no habìa nada para almorzar o estaba escondido en una habitaciòn cerrada con llave, cuya llave la tenìa precisamente la dicha maestra y madrastra que volvìa por la noche cansada de lidiar con otros niños igualmente malos.
Asì que el joven que volvìa de la escuela y no tenìa nada para comer, trepaba por el pulmòn del edificio, levantò la persiana de la dicha pieza cerrada y encontrò la comida como 40 años despuès encontrarìa una noche el expediente sumarial cuya causa le habìan armado como represalia por sus denuncias de maltrato laboral. Pero esta es otra historia y no nos adelantemos ni nos vayamos por las ramas, como quien dice.
Què feo era este cuento que podrìa haber empezado:
Habìa una vez un joven que sufrìa mucho porque su madre y su abuela habian muerto de pronto y quedò sometido a los maltratos de su perverso padre y de su igualmente odiosa madrastra.
Sufrìa mucho, sollozaba por las noches para afuera o hacia adentro: en su corazòn.
Hoy (2025) su padre ha muerto definitivamente y si bien ya no sufre por su culpa, extrañamente lo extraña porque a pesar de todo lo señalado renglones màs arriba lo queria mucho pues era su biològico padre. De su madrastra no se sabe nada aunque una vez pelotudeando la vio en Facebook. La encontrò. Pero no le mando ningùn mensaje.
Y este es el cuento màs malo existente.
O al menos uno de los peores.
Puro palabrerìo.

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