A cuantas princesas y reinas habrè amado

 que invariablemente me pateaban, puteaban

como si no se tratara de un amante

sino de una lata de gaseosa
en medio de la calle
asì y no de otra forma
indefectiblemente me fletaban
mediante vanos argumentos:
tenemos que hablar por telèfono
acerca de diversos temas
por ejemplo las balas de goma
los jazmines abandonados
las medias tiradas en un àngulo blanco
irremediablemnte agudo

todo lo que habìa leido
no servìa absolutamente para nada
ya que las damas tendìan a patearme
en mitad de las nalgas
ahì donde se aprecia una raya vertical y oscura
o en su defecto en el huesito llamado dulce
o en el coxis cuya etimologìa remite al venerado pàjaro cucù

recuerdo una ventana abierta en el piso nùmero 5
que daba a la calle helguera en villa del parque:
eso fue un tiempo antes de que muriera
de forma increiblemente tragicòmica

me echaban flì como si no se tratara de un amante
sino màs bien de un insecto desfachatado
con sus zumbidos impresentables

me fletaban como si se tratara de una mudanza
ya que no se puede pagar el alquiler
debido a las politicas econòmicas
del ùltimo gobierno neoliberal
de turno

con cuantas damiselas no habrè concurrido
a los horrendos salones de baile
pero para que ellas bailaran con tipos desconocidos
o darle celos al depravado de su ex novio
quien la abandonò una noche de lujuria y desenfreno
en medio de una fiesta swinger
en un palacio de hielo ardiente

de todas maneras, bailamos la danza infinita y rotatoria
denominada vals vienès o criollo
miràndonos siempre a los ojos como en casi todos mis poemas
como dos enamorados terriblemente excitados
que se precian de serlo

y accedimos a los màs humildes hoteles alojamiento
a los efectos y con el objeto
de hacernos el amor
mutuamente
recìprocamente
estrechamente
mientras sonaba un concierto para piano
del querido franz schubert
y alguien de pronto golpeaba la puerta
con sus nudillos
como si se tratara
de un antiguo lustrabotas