todo ha terminado adios
ya no nos amaremos màs como en aquellas famosas tardes de invierno o verano
cuando transcurrìan nuestros amores, nuestros amorìos, nuestros romances gitanos
ya no nos querremos màs en el sillòn de tu living comedor
o en tu pieza o habitaciòn en cuyo centro està ubicada una matrimonial cama
con una almohada àrabe en su cabecera como mèdico
y un àrbol cuyo tronco frondoso se eleva hasta el cielo, hasta las estrellas
como si se tratara de un animado dibujo
o la Odisea de Homero Simpson o Expòsito o
Manzi
ya nos nos veremos màs los sàbados y domingos a la tarde
en tu mansiòn de villa del parque, en tu depto en todo caso, en cualquier caso,
en tu derpa, en tus aposentos
ya no contemplarè tu sonrisa de oreja a oreja
tus ojos, tu mirada como espejo o estrellas fugaces
como cometa o asteroide etc.
ya no nos amaremos màs en las tardes del otoño porteño
mientras las grandes ratas corren por los cables de telèfono
persiguiendo extrañas criaturas nocturnas
con el objeto de no morir por inaniciòn
ya no haremos nunca màs el amor en tu cuarto de hotel o pensiòn
ya no acaberemos juntos ya no juntos llegaremos al polvo, al orgasmo
ese terremoto interior como tanguero crepùsculo
ya no cogeremos màs en las tardes de primavera
ya no te pondràs màs en 4 en tu cuarto contra la pared
miràndome a travès de un espejo enmohecido
girando la cabeza
los ojos desorbitados
o simplemente en blanco
ya no me miraràs a los ojos con un helado en la boca
un helado de frutilla sambayòn y dulce de leche granizado
tus gustos preferidos, pre dilectos
ya no nos amaremos nunca màs
ya no haremos màs el amor
ya no platicaremos por telèfono fijo o celular
ya no compartiremos mensajes de texto ni poemas ni canciones de amor
ya no nos miraremos a los ojos
mientras bailamos abrasados
un tango de cobìan y cadìcamo
cuya letra no recuerdo
y cuya melodìa completamente he olvidado para siempre
quizàs los mareados cuyo primer tìtulo original fue en realidad los dopados, como se sabe,
interpretado por O. Fresedo
y su tìpica orquesta
ya no bailaremos el rock desnudos
ya no miraremos màs por la ventana la ciudad adormecida
ya no miraremos los programas de chimentos en el televisor a color
ya no cenaremos màs milanesa con papafritas
ni ravioles con tuco y queso rallado
ni empanadas de carne pollo jamòn y queso
y otros alimentos igualmente nutritivos y sabrosos
que engordan y aumentan inmoderadamente la presiòn arterial
ubicàndome desgraciadamente al borde del cardìaco paro o acv
ya no nos amaremos nunca màs en las tardes de invierno o de verano
en tu cubo o cubìculo de blancas paredes descascaradas
en el week end
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