viernes, 19 de enero de 2024

Los viejos hospitales (poema pandemico 2020)

 por las mañanas no estàn solos: habita el frìo

y por supuesto los pacientes deambulan en busca de un mèdico
una placa radiogràfica en las ventanillas
allì donde estàn los empleados que atienden
alguien tose o estornuda es la gripe el invierno
no quieren atenderte debes esperar en la amansadora de siempre
podès morirte esperando y hay mucha gente que asì le ha sucedido

acaso es tu destino esperar en los viejos hospitales
conocidos han fallecido siempre a causa de un virus intrahospitalario
cuando habìan ido por una simple carie
un rasguñòn de nada
un simple resfrìo

o sencillamente le dolìa la cabeza:
esperar es nuestro triste destino de pobres ciudadanos
en la sala de espera
mientras suceden las imàgenes televisivas
como en una pelìcula de terror
encarnada por nosotros mismos
que no podemos escapar de esta càrcel psiquiàtrica

el frìo entra por la puerta abierta
en forma de ràfagas de viento
y gente que va y viene por los pasillos
circulando merced a una cierta arquitectura que lo permite

en las escalinatas de la entrada venden toda clase de comidas al paso
sànguches de milanesa y cosas asì
para alivianar el hambre

la doctora dice que no tenès nada
al mismo tiempo te exige que tosas para otro lado
vos pensàs en el libro de quejas
pero las denuncias crean la posibilidad de la represalia
asì como el secreto a voces engendra la probable traiciòn
por la espalda
como una cierta puñalada trapera
o artera

he visto en los hospitales hileras e hileras de ancianos
esperando su turno
durante horas
durante dìas
como si estuvièramos hablando de ciertos personajes kafkianos o borgianos
conocidos ya de todo el mundo
o de medio mundo
por lo menos

y ello mirado con un solo ojo
como si fuèramos cìclopes
o algo por el estilo
mientras suena el piano en medio de la noche
como anunciando el final de la obra
la caìda del telòn
mientras los otarios u horteras gritan gol!

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