El maestro masoquista

 Por las tardes y noches de primavera

el profesor masoquista es sometido a toda clase
de torturas psicològicas por parte de alumnos y directivos:
para compensar esta melancolìa, al volver a su casa, a medianoche,
luego de cenar, procede a masturbarse pensando en las mujeres màs bellas
que habitan este planeta: antiguas novias, prostitutas diversas,
damas reales e imaginarias.

Esto no es todo: hablando de todo un poco,
las alumnas se niegan a dar la lecciòn
mediante las frases màs hirientes, aunque,
por otra parte, elogian su camisa floreada y estival,
por medio de diminutivos àgiles, al llegar a la escalera que conduce a la salida
del establecimiento, diminutivos que no se sabe nunca si son afectivos o despectivos,
aunque, por otra parte.

En efecto, se trata de una poètica basada en la interrupciòn, el coitus interruptus
y otras alimañas o menudencias semejantes, delirios varios, la lucha por el sentido
o el sin sentido, mejor dicho.

Los directivos no hacen absolutamente nada ante el maltrato sufrido por el docente
por parte de algunas alumnas que se dicen feministas y acusan a todos los hombres
de ser machistas (todos no: solo el 99 %)

Esto no es todo, pasando a otro tema: se niegan a dar examen, faltan frecuentemente a
clases so pretexto de estar preñadas o tener 5 hijos, apelan asì
a toda clase de mañas conocidas de memoria por los señores y señoras docentes:
el directivo apaña o encubre a estos malos alumnos que solo quieren el tìtulo
al menor costo posible, es decir, sin aprender absolutamente nada, sin entregar
los pràcticos trabajos encomendados con 2 o 3 meses de anticipaciòn acerca de una
revista antigua de 20 pàginas aproximadamente, plagada de grandes fotos de grandes
escritores que ya nadie recuerda ni menos lee.

Burlas constantes en los pasillos de la escuela, buling que le dicen o mobbing:
las leyes son mera letra muerta, jamàs se cumplen, al contrario: los docentes
son inculpados por mal desempeño: ante sus denuncias de maltrato laboral
se les arma un sumario como represalia basado
en falsos testimonios,
encubrimiento generalizado.

El viejo dilema romàntico del individuo luchando
contra los molinos de viento
contra toda una estructura putrefacta en los cimientos o en la raìz,
educativa o educacional en este caso, en este triste ocaso.

Esto no es todo, ademàs
los colegas miran al costado, como Poncio Pilatos
acostumbran lavarse las manos
cruzarse de brazos
o simplemente apoyan a los agresores
en una dinàmica muy similar a la de la violencia de gènero.

Pero ante otros tipos de violencia, no hacen absolutamente nada,
salvo inculpar a la vìctima
como dije màs arriba.

Como dije unas lineas màs arriba,
frente a las denuncias de maltrato laboral, los directivos
suelen plantear cuestiones de ìndole bàsicamente metodològica
o pedagògico didàcticas, como si el docente en cuestiòn enseñara mal,
poniendo de esta forma en duda su idoneidad profesional,
siendo que dispone, al igual que el Sr. Director, el Dr. X,
de 3 tìtulos universitarios y 2 carreras realizadas,
para no hablar de sus 30 años de experiencia docente.

Se trata de la punta del iceberg, claros indicadores
de la hoy llamada (y lo pongo entre comillas)
"estafa educativa"
"colapso educativo".

Durante el fin de semana largo, nuestro antiheroe, el profesor de literatura,
trata de descansar pero le es pràcticamente imposible:
no hace otra cosa que pensar en las humillaciones y ofensas
que debe tolerar
a los efectos de
no perder su trabajo.

Este trabajo que le permite comer
que le permite vivir
pagar las expensas
tomarse vacaciones
y leer toda clase de bellos libros
que lo fascinan por su ediciòn
su precio
su contenido
y su hermoso estilo.

O escribir antipoemas
en la fantasmàtica pantalla de la computadora
durante las noches lluviosas de primavera
y a la luz de la luna (o sino bajo un farol).