viernes, 19 de enero de 2024

Spleen pandèmico

 No se me ocurre nada de nada:

hubiera querido escribir un poema
pero hoy no estoy inspirado:
pierdo el tiempo miserablemente
mirando videos pornogràficos en el celular
incluso videos y fotos sadomasoquistas
(en los que aparecen mujeres y hombres atados amordazados
en las posturas màs incòmodas
como si se tratara de una orgìa surrealista
o una pelìcula de ciencia ficciòn o una novela de ballard)
es domingo y duermo la siesta:
consecuencia: me duele la cintura
de tanto no hacer nada;
en otras èpocas caminaba y bailaba todo el dìa
todos los dìas
pero ahora hace años me la paso sentado y acostado:
sentado leyendo o en la computadora o jugando al ajedrez
o mirando televisiòn o comiendo
conclusiòn: me duele la cintura, en la espalda,
del lado derecho

eso no es todo: ademàs, pierdo el tiempo con el telèfono celular
mirando pàgina de prostitutas
y watsapeando o mensajeàndome con rameras enojosamente feministas: sus costos
son exorbitantes y ya no me cierran los nùmeros, no encuadra en mi presupuesto:
gracias a dios, superè ese vicio infame, la droga màs potente y adictiva trascendì

no se me ocurre absolutamente nada: el calor estival es totalmente insoportable
a pesar de las duchas de agua frìa y el aire acondicionado:
hace tanto calor que el agua frìa sale tibia

tambièn me la paso escuchando mùsica de fondo
en la radio: voy alternando clàsica con rock con salsa con merengue con cumbia
con reggaeton con mùsica bolichera con tango y milonga y vals criollo o vienès

toda la vida ha sido lo mismo
de manera que cuando muera, serà como si nunca hubiera existido:
no servì a ninguna causa (excepto quizàs la educaciòn pùblica, pero fracasè ignominiosamente)
no tengo obra alguna, ni hijos ni àrbol: soy un soltero empedernido, empecinado

a veces por las tardes, me pongo a recordar a todas las novias y mujeres que conocì en mi vida
y froto mi pene hasta que logro eyacular
(lo hago cada tanto porque si lo hacès muy seguido no sirve ni se te para)

hago ejercicio fìsico y mental

leo en el balcòn por las tardes

y como no se me ocurre absolutamente nada para escribir
acumulo ordinarieces una atràs de la otra
y escucho murmullos y ruidos varios
como si se tratara de una mùsica suave y desordenada
en la noche caliente del domingo

acumulo palabras en la pantalla como si eso fuera un poema
o algo por el estilo

a lo lejos siempre ladra un perro:
ellos extrañamente se comunican a la distancia
con sus oidos privilegiados

asì pasan los dìas
asì se acerca el final

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